domingo, 2 de septiembre de 2007

Mantener la confianza


Helena Berruezo (Miembro del Comité Federal PSOE y del Comité Regional PSN)

Los socialistas navarros estamos pasando por unos momentos muy difíciles, duros y complicados. Este partido pasa por la peor situación desde que se constituyó en la Federación del PSOE en Navarra, de eso hace ya 25 años. Es cierto que ha pasado por momentos políticos graves, no es difícil recordar aquel mes de junio de 1996, cuando el presidente del Gobierno de Navarra Javier Otano dimitía de su cargo tras hacerse público que su nombre aparecía en una cuenta en Suiza ligada al cobro de comisiones.


Aquella dimisión llevó a la disolución de un Gobierno tripartito que había desbancado del poder a la derecha, UPN-PP y que, como en estos momentos, también generó en los ciudadanos de la Comunidad Foral ilusión y esperanza.

Ilusión y esperanza rota por el secretario general Carlos Chivite y el candidato a las elecciones del PSN Fernando Puras, con el mayor engaño conocido en política de los últimos 25 años. Los 70 días vividos han sido rocambolescos, cambiando el equipo negociador de posición prácticamente todas las semanas, con una escenificación esperpéntica y rocambolesca. ¿Recuerdan? Hoy piden el apoyo para presidir el Gobierno a UPN, mañana a NaBai e IU, pero siguen manteniendo la puerta abierta con UPN. Consiguen con esta formación la presidencia del Parlamento de Navarra, engañando a los demás, incluso a la mayoría de los miembros de su propia comisión ejecutiva. Y siguen. Como no consiguen lo que quieren, rompen definitivamente con los grupos NaBai e IU y dan una rueda de prensa proponiendo el mayor de los disparates: un Gobierno de concentración, como si esto fuera el Líbano, como si estuviéramos en una situación de guerra. Una propuesta de gobierno que no necesita Parlamento. Una propuesta que a Chivite y a Puras les pudo parecer novedosa, pero que es muy vieja y la utilizan habitualmente los regímenes totalitarios.

No nos podemos engañar, esto que puede parecer una broma no lo es, al contrario, es una propuesta grave, aquí no estamos en ninguna situación excepcional. Aquí lo complicado es el no reconocimiento de la pluralidad. Tenemos obligación de entendernos, de vivir y convivir en paz. Desde la discrepancia, pero dialogando, estamos obligados a entendernos. Esto, y no otra cosa, es lo que los ciudadanos demandan a sus políticos: convivencia y respeto.


La ilusión que los ciudadanos tenían puesta en las elecciones del 27 de mayo era impresionante, sólo hay que recordar que Navarra fue la comunidad con mayor participación electoral de toda España. Había algo que se podía palpar. Ganas de cambio, inmensas ganas de regenerar la política, que hasta ahora ha estado, y sigue, en manos de la derecha. La misma derecha que ha mentido a la sociedad navarra diciendo que Navarra se vendía, mentiras por conseguir unos míseros votos. La misma derecha que después de ser investido presidente Miguel Sanz se permite, al más puro estilo mafioso, amenazar al PSN con convocar nuevas elecciones si no le aprueban los Presupuestos Generales para 2008.


Había ganas de contar con un Gobierno de progreso desde la izquierda. Todo eso ha quedado en la mayor desilusión, la mayor frustración. Las personas que tuvieron el encargo de negociar por parte del PSN no han sido capaces de convencer a la comisión ejecutiva federal de la bondad de este proyecto para el conjunto de la sociedad navarra. Pero una cosa tenemos que preguntarnos los socialistas: ¿hubo algún momento en el que Puras y Chivite, además de Alfonso Arroyo (tampoco me quiero olvidar de Guillermo Herrero), tuvieron intención de formar el Gobierno de progreso que los afiliados del PSN en los comités regionales a los que fuimos convocados aprobamos casi por unanimidad? Después de leer la entrevista que un diario local le hizo a Miguel Sanz, me temo que la respuesta es no.


Después del gran engaño la reacción de los afiliados de mi partido no se ha hecho esperar. Hemos exigido, con las firmas correspondientes, un comité regional extraordinario. No hemos obtenido ni la obligada respuesta por parte del secretario de Organización Samuel Caro. Esta actitud no es nada si la comparamos con la del secretario general Carlos Chivite que, incapaz de soportar la crítica, ha estado amenazándonos permanentemente, intentando coartar la libertad de expresión y la democracia interna de la mayoría de los afiliados, a la vez que nos descalificaba y nos invitaba a que abandonásemos el partido a quienes hemos disentido de su forma de actuar, a quienes le hemos exigido la verdad de todo lo acontecido durante los famosos 70 días. Pero lo más descorazonador de todo ha sido las descalificaciones que les ha dedicado a nuestros jóvenes. Tratar de insignificantes y carentes de interés para el proyecto político a la ejecutiva de JJSS sólo tiene una lectura. Estos insultos descalifican a quien los hace y no a quien los recibe. Hace unos días que viene a mi memoria la famosa frase que Casio le dijo a Bruto: "La culpa no es de las estrellas, ni de los idus de marzo. La culpa es sólo vuestra".


El Partido Socialista de Navarra somos muchas personas. La mayoría con una gran ilusión y ganas de trabajar. Gente noble, honrada y que creemos en los valores de la izquierda. Es cierto que estamos pasando por una profunda crisis, pero estamos dispuestos a trabajar para recuperar el socialismo para la sociedad. Y lo que es más importante. Estamos dispuestos a trabajar, a regenerar el partido para recuperar la confianza de los ciudadanos. Esto es lo que más nos preocupa y nos importa, porque la labor de este partido ha de ir dirigida a conseguir el mejor y mayor bienestar para todos los ciudadanos, y especialmente para quienes más lo necesitan.
Hoy tenemos un comité regional extraordinario. Ahí es donde pediremos a quienes aún nos gobierna el partido las explicaciones que merecemos, queremos conocer la verdad y que los ciudadanos también la conozcan. A la vez que pediremos que asuman sus responsabilidades quienes la tienen, y que esta pesadilla, que nunca debimos vivir, termine ahí.


El día 2 de septiembre debe comenzar una nueva etapa para el PSN. A partir de ese momento estamos en condiciones de trabajar en un nuevo proyecto político que, junto a la estrategia adecuada, consiga poner al socialismo navarro en el nivel que le corresponde. Un proyecto que ilusione a la sociedad, la mayoría de nosotros lo estamos. El PSN debe mantener la única apuesta política posible, que es la de convertirse en un instrumento al servicio del cambio político progresista, desde el impulso a las políticas sociales y desde un modelo de gobierno que garantice la estabilidad y la gobernabilidad de Navarra.


Pretendemos, como socialistas que somos, continuar con la tarea de progreso y de transformación social emprendida por el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero; ése es el modelo que queremos para la Comunidad Foral de Navarra a través del acuerdo con las fuerzas progresistas. Es en esta apuesta política en la que queremos seguir trabajando hasta conseguir hacerla realidad. Por todo ello queremos y necesitamos mantener la confianza.

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